
Al cabo de unos días, seguía siendo una voz, pero era una voz amiga. Tuvo rostro la voz, y fue en un video con su admirado Joan Manuel Serrat y con su amigo Fulvio Capitanio.
Supe de su compromiso y actividad a favor de la difusión para el conocimiento de la enfermedad de Parkinson. Poco a poco, haciendo amigos en Facebook, vi que antes lo eran de ella, todos la conocían.

¿Cómo puedo explicarme, si yo mismo no me entiendo?.
Tuve el privilegio de que me dejaran compartir alguna velada de canciones y karaoke. ¿Quiénes?. Montse López me presento a María Moreno. El Skype es un gran invento, no hay distancias. Hay comunicación y hay visión del interlocutor.
- ¿María Moreno?. El primer libro que leí después de mi diagnostico de Parkinson, fue su “El párkinson y yo”.
- Pues, esta es, Vicent.
- Vaya, que casualidad.
Y me dedicaron una ranchera a dúo.
- ¿Qué dices, Vicent?. ¿Estrecha?. Hay una relación muy estrecha entre todos los afectados. La distancia no es impedimento. Nos aprovechamos de cualquier opción que Internet nos ofrece para mantenernos unidos.
- Si, es verdad.
Decía que fue en Novelda donde, los días 2 y 3 de febrero de 2012, las voces y las imágenes se transformaron en personas de carne y hueso. Y no, no cambio para nada la personalidad que nos habíamos imaginado. Éramos los mismos, pero nos podíamos abrazar, besar y estrechar la mano. Fueron dos días intensos.
Y lo fue acogiéndome en su casa y escuchándome, atenta y simpática. Jose, caballero y simpático (periódicamente me hace reír con sus correos), y Paco, al que recuerdo mucho, conversador ameno y atento (eso de atento se repite en los dos López).
Deseo, que no pierdas nunca la sonrisa, a pesar de, y una larga vida para celebrar muchos cumpleaños.
Felicidades, Montse.
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